enero del 2024

 

Andrea Stewart Cousins

Presidente Pro Tempore y Líder de la Mayoría

Senado del Estado de Nueva York

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Carl Heastie

Presidente de la Asamblea

Asamblea del Estado de Nueva York

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Senadora Cousins y Presidente Heastie: 

 

Colectivamente, les solicitamos que aprueben de inmediato la Ley de Justicia e Igualdad para Sobrevivientes del Comercio Sexual, Introducción S. 1352/A3386 (la “Ley para Sobrevivientes del Comercio Sexual”) para liderar la lucha contra la trata de personas, acabar con la criminalización de las personas involucradas en la prostitución, proteger a las personas más vulnerables del Estado y abordar el sistema explotador de la prostitución.

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La Ley para Sobrevivientes del Comercio Sexual es un proyecto de ley progresista que crea soluciones viables, bien definidas y holísticas para abordar la prostitución y prevenir la trata de personas en nuestro Estado. La legislación deroga el delito de participación en la prostitución (NYPL 230.00) para que ninguna persona explotada en el comercio sexual, haya sido o no víctima de trata, enfrente sanciones penales. Nadie debería ser acusado por su vulnerabilidad o explotación. La Ley para Sobrevivientes del Comercio Sexual además expurga los antecedentes de quienes fueron previamente acusados de prostitución. La legislación también amplía los servicios sociales y el acceso a esos servicios para los sobrevivientes.

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El proyecto de ley mantiene el delito menor de compra de sexo, añadiendo multas monetarias a la acusación. Estas multas están cuidadosamente calibradas para tener en cuenta el estatus socioeconómico del comprador, permitiendo aplicar mayores multas a quienes tienen más privilegios e ingresos disponibles y que causan más daño. Además, bajo la Ley, estas multas se destinarán a un fondo de compensación para víctimas que ayudará a los sobrevivientes del comercio sexual.

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A nivel mundial, muchos países, incluidos Francia, Suecia, Canadá y varios otros, han promulgado legislaciones similares a la Ley para Sobrevivientes del Comercio Sexual, como una herramienta para prevenir la trata de personas y ofrecer los servicios urgentes que necesitan las personas en prostitución. Los estudios muestran que en las jurisdicciones donde el comercio sexual está legalizado o completamente despenalizado, ocurre una mayor incidencia de trata de personas. La economía básica explica este fenómeno: si un gobierno sanciona la demanda de sexo comercial, los traficantes y otros explotadores satisfarán esa demanda reclutando y abusando de nuestras poblaciones más vulnerables, especialmente mujeres y niñas de color, jóvenes transgénero y de género no conforme, y aquellos que han experimentado la falta de vivienda o el sistema de cuidado de crianza.

El sistema de prostitución no puede separarse de la violencia de género, la discriminación y las desigualdades. Las personas en prostitución sufren niveles extremadamente altos de violencia: el 62% de los individuos en prostitución reportan haber sido violados y el 73% reportan haber sido agredidos físicamente en el comercio sexual. El aumento de la demanda de prostitución (patrocinio o compra de sexo) lleva al reclutamiento de individuos más jóvenes y vulnerables para satisfacer esa demanda. Los traficantes y otros beneficiarios utilizan la coerción psicológica y a menudo la violencia en un intento de controlar a sus víctimas y asegurar su silencio y complacencia. En los EE.UU., aproximadamente el 50% de las víctimas buscan atención médica mientras están en su situación de trata y explotación. Simplemente no hay forma de acabar con la violencia de género si el estado fomenta la compra de personas vulnerables para actos sexuales.

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Sin lugar a dudas, el impacto de por vida del sistema de prostitución en los sobrevivientes no puede subestimarse. Los sobrevivientes del comercio sexual reportan altas tasas de trastornos psiquiátricos, incluidos la depresión, ansiedad, esquizofrenia, trastornos alimentarios, disfunción sexual, uso de sustancias, ideación o intentos suicidas, autolesiones, trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastornos disociativos, así como otras consecuencias graves para la salud.

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La Ley para Sobrevivientes del Comercio Sexual reconoce estas perturbadoras realidades y solicita el acceso ampliado a servicios sociales para aquellos en el comercio sexual, incluyendo apoyo médico, de salud mental, vivienda y otros necesarios.

 

Nueva York necesita un enfoque matizado y holístico para abordar la prostitución que reduzca este sistema explotador y proporcione recursos a quienes más se ven afectados por él. Por esta razón, hemos colaborado con legisladores en la Ley de Justicia e Igualdad para Sobrevivientes del Comercio Sexual, una legislación que despenalizará exclusivamente a las personas en prostitución, ampliará el acceso a servicios integrales, fortalecerá las leyes contra la trata de personas y avanzará en la reforma de la justicia penal. Nueva York debe actuar de inmediato para aprobar la Ley de Justicia e Igualdad para Sobrevivientes del Comercio Sexual, SB 1352/A3386.